martes, 9 de diciembre de 2008

En el infierno

Me llamo Juan Vega y aunque no parezca muy creible estoy en el infierno y si te digo la verdad no se esta tan mal. Después de una muerte desastrosa en un accidente de coche fui enviado por el todopoderoso al purgatorio y allí me dieron a elegir, vivir en el infierno o vivir en el cielo y con el máximo riesgo elejí el infierno, no sabía lo que me podía pasar allí pero tampoco sabía lo que me pasaría en el cielo y como buen agnóstico descendí al infierno.

Después del descenso no me encontré al diablo ni mucho menos ni a personas castigadas, me encontré a un montón de personas, las cuales, habían fallecido todas.

En definitiva el infierno como lugar no es malo, es como una vida nueva y a pesar de todo es mejor que un infierno vivido como situación.

Un infierno como situación es en parte nuestro día a día; no preocuparse de llegar a fin de mes, de sobrevivir el día a día, de no poder infringir la ley, de no poder vivir a gusto, depender de otras personas para tu libertad etc.

La gente no se da cuenta de que después de la muerte solo habrán unas fotos de recuerdo y montón de cenizas que no servirán para nada y que al final la gente dejara de tener aquel recuerdo tuyo asta que no seas nadie.

Así es la vida.


Fdo:

Sin extremo

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