martes, 9 de diciembre de 2008

Dos descripciones (subjetiva)

Leticia es la diosa griega de la belleza, es de estatura media como la mitad del sol en su despedida dando paso a la noche, con una sonrisa suya despierta a cualquier otra sonrisa de humano, modesta , comprensiva, valiente y audaz como un intrepido y joven torvo que cruza los cielos en busca de cobijo.

Dos descripciones (objetiva)

Leticia es una persona de mediana estatura, de ojos azules, y con una sonrisa en la cara como nunca se le ha visto a nadie, es cariñosa, muy amable, modesta y muy simpática. Le gusta escuchar música como a mi y tiene muy buen caracter.

En el infierno

Me llamo Juan Vega y aunque no parezca muy creible estoy en el infierno y si te digo la verdad no se esta tan mal. Después de una muerte desastrosa en un accidente de coche fui enviado por el todopoderoso al purgatorio y allí me dieron a elegir, vivir en el infierno o vivir en el cielo y con el máximo riesgo elejí el infierno, no sabía lo que me podía pasar allí pero tampoco sabía lo que me pasaría en el cielo y como buen agnóstico descendí al infierno.

Después del descenso no me encontré al diablo ni mucho menos ni a personas castigadas, me encontré a un montón de personas, las cuales, habían fallecido todas.

En definitiva el infierno como lugar no es malo, es como una vida nueva y a pesar de todo es mejor que un infierno vivido como situación.

Un infierno como situación es en parte nuestro día a día; no preocuparse de llegar a fin de mes, de sobrevivir el día a día, de no poder infringir la ley, de no poder vivir a gusto, depender de otras personas para tu libertad etc.

La gente no se da cuenta de que después de la muerte solo habrán unas fotos de recuerdo y montón de cenizas que no servirán para nada y que al final la gente dejara de tener aquel recuerdo tuyo asta que no seas nadie.

Así es la vida.


Fdo:

Sin extremo

El orden de los acontecimientos

Todo comenzó, un día de verano, el dieciseis de julio estabamos en mi casa mis primos y yo, tirados en el jardín esperando a que el tiempo pasara para ver llegar a mi vecina a su casa. Todos los días nos quedabamos en el portal a esperarla para ver su hermoso cuerpo de diosa y para observar sus hermosos gélidos ojos, era.... ¡Perfecta! Llegaba todos los días a las seis de la tarde, y suponiamos que llegaría de las clases de música porque llegaba con una guitarra.

Dos días después me decidí y le dirigi la palabra, ami como me encanta la música y tambien toco la guitarra le dije si quedabamos un día de estos y lo hicimos, a la tarde siguiente quedamos en mi casa ella trajo su guitarra y yo cojí la mía y tocamos toda la tarde y toda la noche cubiertos por un manto de estrellas que cubría nuestras cabezas.... Aquel día debió de ser uno de los mas apasionados de mi vida.

Pero claro, una racha buena termina con una mala noticia, y como no sería de extrañar al segundo día de nuestra velada apasionada, me dijo que se tendría que ir a su ciudad natal,
dolido por la noticia me despedí de ella con un beso en la mejilla y medite y pensé que sería mejor así.... Ya que como todo tiene su fin nuestro romance no duraría para toda la vida, y luego me lamentaría, pero bueno, prefería dejar las cosas así porque aveces es mejor desear que tener.

Narrador protagonista

¡Hola!- Le dije.
Él como siempre seguía sin responderme, es posible que estuviera muerto.
¡Estás despierto!- Le grite a continuación.
Seguía sin dar señales de vida, intenté hacer memoria para recordar que nos habia pasado y porqué estabamos allí, pero no me acordaba...

Quizás todo esto fuese un mal sueño pero no pensé lo mismo cuando entraron dos personas en la sala y nos inyectaron una especie de liquido verde, como dolió aquello, pero no podía hacer nada ya que estabamos atados a una camilla.... ¡Que dolor!

Pasadas dos horas empece a acordarme de todo con claridad, Jorge y yo habíamos tenido un accidente de coche y acabamos aquí, en este lugar... Había oído a esas dos personas que nos darían dos horas, así que supongo que no nos quedara mucho tiempo de vida.

Pensando en la mala y atormentada muerte que me podría tocar, abren otra vez la puerta, esta vez una persona con ropa de calle... No sabía quien era... Pero entró desesperada en la sala diciendome:
¡Cariño! Menos mal que estas vivo...-Me dijo.

Supuse que podía ser mi pareja, pero no me había planteado que pudiese tenerla ya que el pensamiento en mi muerte me intrigaba más, yo le pregunte quien era y ella con cara de asombrada me respondió:
¿Cariño, esque no te acuerdas de mi?....

Después de una larga conversacion con aquella señora y pasadas las dos horas fuese o no mi destino morir, preferi hacerlo, ya que nunca podre igualar la sabiduría de estos 56 años que me han dicho que tengo, me llamo Juan y prefiero morir con esta perdida de memoria antes de vivir reiniciando mi historia, y aquí escribo mis ultimas memorias.

Después de que esas extrañas personas me desataran alcé mi vista hacia la ventana la abrí, respire hondo y me tiré de cabeza por ella.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Carta de Amor

No te vayas, te venderé esta mi alma si no das dos pasos más hacia la estación del despido, no me dejes caer por el precipicio del dolor, sin que antes te diga lo mucho que te quiero, Leticia, porque eres la diosa que me enseña a amar en este mundo de locos y demonios que solo te desean por tu mera apariencia, pero yo no, yo amo tanto tu apariencia como tu forma de ser te amo a ti y te deseo tal y como eres.


Espero que despues de estas palabras me des una oportunidad, te quiere, Roberto.